jueves, 10 de febrero de 2011

Semana 1: vídeo sobre autoridad y texto de Torrego

Vídeo

En primer lugar, con respecto al vídeo que vimos en clase, me gustaría señalar que no estoy de acuerdo con la aprobación de la presunción de veracidad de los docentes. ¿Qué ocurriría entonces? ¿Realmente es necesario esto para que el profesor goze de autoridad? ¿Es el camino apropiado?

Mi opinión es tajante, dado que podrían darse unas situaciones altamente preocupantes.
Pongámonos, por un momento, fuera de esta situación. Analicemos un posible caso en el que veamos el resultado de la presunción de veracidad:

"Un joven va circulando con su coche, y le para la policía. Por una cuestión, cualquiera, el tono de la conversación comienza a elevarse, se producen faltas verbales de respeto, e incluso el policía le pega una bofetada al joven. Recibe varios golpes más, pero él no va más allá de las faltas verbales, porque es consciente de que no puede agredir a la autoridad. Le denunciará más adelante. ¿El resultado? La declaración del policía, el cual tiene presunción de veracidad, es que el chico comenzó a pegarle, le provocó, incluso, contusiones, y le escupió en múltiples ocasiones, sin parar en un momento de insultarle"
Este caso, está basado en un acontecimiento real que ocurrió a una persona cercana a mí, hace unos años. Efectivamente, el joven no logró probar que era él quien decía la verdad.

Por tanto, ¿qué lograríamos los docentes con la presunción de veracidad? Tal vez desequilibrio, injusticias. No tanto la "autoridad".
Estoy totalmente de acuerdo en que los profesores han perdido gran parte de su prestigio autoridad, la cual debería intentar recuperarse. Algo difícil, pero no imposible. El entorno de los niños, debe educar. La familia y la escuela son los pilares claves en la vida de los alumnos, y son los que tienen que reforzar las conductas de respeto, tolerancia y educación.


Por otro lado, me gustaría señalar otro punto del vídeo: la escuela gallega "Opelouro". Me parece interesantísimo, y creo que deberíamos aprender muchísimo de su forma de enseñanza. La motivación de los niños es asombrosa, así como la variedad del alumnado. Y, qué curiosidad, los profesores están totalmente en contacto con los niños, cercanos, familiares, sin perder un ápice de autoridad. ¿No será esta una mejor solución que la presunción de veracidad?


Texto de Torrego.

  • MODELO PUNITIVO

El modelo punitivo únicamente busca intentar atajar el problema, pero sin buscar solución. Desde mi punto de vista, es prácticamente inútil. Algo así como no querer afrontar el problema, cerrar los ojos ante él, e intentar provocar un daño al agresor, como si de esta forma todo fuese a acabar y estuviese solucionado. No existe ningún tipo de diálogo. No se buscan las raíces del conflicto, ni se pretende llegar a ningún acuerdo o solución definitiva ¿de verdad alguien cree que así se solucionan los conflictos? No, la mayoría pensamos que no, pero sin embargo, es lo que más se realiza.

En mi caso personal, así sucedía. En mi vida en el instituto, sobre todo, la situación se repetía una y otra vez: "Pepe ha pegado a Jose en el recreo" por tanto, Pepe baja a Jefatura de Estudios, le ponen un parte, y le expulsan tres días. Pepe espera a la salida a Jose para seguir con el conflicto, o lo hace en plena calle, y se ha tomado esos tres días de expulsión prácticamente como "vacaciones".

Por tanto, el conflicto no solo no ha sido zanjado, sino que además, puede ir a peor.


  • MODELO RELACIONAL

En este caso, afortunadamente, damos un gran paso hacia adelante, ya que incluimos el diálogo. A través de él, podemos solucionar de verdad el conflicto, quedando todo el proceso "de puertas hacia adentro".

Personalmente, cuando cursaba los últimos cursos en el instituto, tuve la oportunidad de formarme como mediadora, y colaborar con el equipo de mediación del centro.

Fomentando este modelo, cuando existía un conflicto, siendo totalmente ajenos a las dos partes, las reuníamos, y mediante el diálogo se llegaba, prácticamente siempre, a una solución definitiva. Aunque realmente, lo más correcto, sería decir que ellos mismos llegaban a la solución. Nosotros éramos simplemente un mero observador, una pequeña ayuda.

Por tanto, éste es el modelo que a mi me parece más correcto, el que yo intentaría emplear ante conflictos.

  • MODELO INTEGRADO

Aquí, la diferencia con respecto al anterior, radica en que todo el conflicto trasciende al resto del entorno. Por ejemplo, tras el acuerdo personal que han alcanzado a través del diálogo, el agresor debe pedir perdón delante de toda la clase.

Yo pienso que esto no debería ser así. Es cierto que de esta manera los demás alumnos pueden ir comprendiendo lo que sucede y actuar conforme a ello, pero no creo que los conflictos de los alumnos deban tener más repercusión externa.

En cuanto a lo que observé en mi centro de prácticas, fue algo dispar: prácticamente estaba todo el día en la clase de 2º de primaria, en la cual se fomentaba el modelo integrado, y cada vez que los niños tenían problemas entre ellos, pedían perdón delante de toda la clase. Pero por otro lado, una hora al día, la pasaba en 5º de primaria, donde ya la cosa era diferente: el modelo punitivo estaba a la orden del día. En el momento de un conflicto, iban directamente a dirección.

Por lo que he observado, parece que a medida que he ido avanzando en cursos, el modelo va siendo más precario.

Y es posible que sea aquí donde radique la importancia de los profesores. Su autoridad frente a los niños. Si tienen respeto por el profesor, aprenderán a tener respeto por todos los demás, y éstas situaciones no estarán tan a la orden del día como ahora mismo.

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